Dime la edad de tu vivienda y te diré qué necesita para ser eficiente.

_que necesita tu vivienda para ser eficiente

De media, la edad de los inmuebles españoles supera los cuarenta años, con un 42% de ellos construidos entre 1950 y 1980 (10,4 millones) y casi un 30% (6,5 millones) antes de los 2000, según datos del INE y el Ministerio de Fomento y la segunda mano representa 8 de cada 10 operaciones inmobiliarias.

Estos datos nos servían para explicar por qué es difícil que las viviendas españolas sean eficientes: solo el 5% lo son.

La pandemia ha traído consigo un incremento del 5% del sector de las reformas tan solo durante el año pasado y se espera que este año siga creciendo, por lo que UCI (Unión de Créditos Inmobiliarios) ha publicado un informe que analiza las reformas clave y el coste estimado que tendría reconvertir un inmueble en un hogar eficiente en función de su edad.

Estas son las conclusiones de su análisis:

¿Qué necesita tu vivienda para ser eficiente?

Viviendas con 40-70 años (aquellas construidas entre 1950-1980)

Según el INE y el Ministerio de Fomento, 10,4 millones de viviendas en nuestro país (42%) tienen esta edad. Sobre todo son habituales en País Vasco, que cuenta con un 53% de viviendas de este periodo; la Comunidad de Madrid, con la mitad de sus edificios levantados en estas décadas; Cataluña, con un 48%, y la Comunidad Valenciana, con un 44% de inmuebles de esta edad.

Se trata de viviendas de poca calidad en los materiales de construcción, por lo que la estructura puede estar bastante afectada en la actualidad. Además, no tienen en cuentan ningún criterio de eficiencia ni sostenibilidad.

El primer paso debería ser la reforma de sus elementos de conexión con el exterior, sobre todo las paredes exteriores, la fachada y, tras esta mejora, el cambio de ventanas. El coste estimado estaría entre 20.000 y 40.000 euros, en una vivienda de entre 90 y 120 metros cuadrados, que es la media en nuestro país. No obstante, estos cambios estructurales suelen afectar al conjunto del edificio.

Además, hay que tener en cuenta el estado de sus instalaciones, como los sistemas de electricidad o fontanería, en muchas ocasiones de plomo o acero galvanizado, materiales que representan un riesgo para la salud de los habitantes. Lo más aconsejable es cambiar completamente la instalación y evitar hacer ‘apaños’ entre materiales antiguos y actuales, pues suelen convivir mal.

Viviendas con 20-40 años (aquellas construidas entre 1980-2000)

6,5 millones de inmuebles en España (27%), corresponde a este periodo, según datos del INE y el Ministerio de Fomento. De nuevo, con diferencias por CC.AA, siendo Andalucía (32%), Canarias (32%), Región de Murcia (32%), Extremadura (31%) y Castilla-La Mancha (30%) las regiones con más viviendas de esta edad.

Estas construcciones se caracterizan por una calidad de los materiales mejor que en décadas anteriores, pero levantadas antes de la entrada en vigor del Código de la Edificación vigente. Por tanto, no tienen en cuenta criterios de eficiencia y sostenibilidad ni el uso de fuentes de energía sostenibles.

Por ejemplo, en este tipo de edificaciones el sistema de ventanas suele ser de aluminio, por lo que cambiarlas por cierres herméticos y doble cristal permitirá un ahorro de hasta un 30% de energía. También es recomendable instalar aislantes como poliestireno, lana mineral, planchas de EPS o paneles de fibra de madera en paredes y techos.

Otra posible reforma en viviendas de esta antigüedad es la instalación de suelo radiante en sustitución de suelos de parquet y sistemas de calefacción antiguos, que podría costar entre 12.000 y 16.000 euros de media. Además de la renovación de cocinas y baños, cuyo coste oscila entre 10.000 y 20.000€.

En definitiva, teniendo en cuenta estas mejoras, la rehabilitación de una vivienda de esta edad, de entre 90 y 120 metros cuadrados, podría rondar entre 20.000 – 30.000 euros.

Viviendas con 10-20 años (construidas entre 2002-2011)

Las viviendas construidas hace 10 o 20 años representa el 18% del parque inmobiliario. Por regiones, hay más construcciones de esta tipología en La Rioja (25%), Región de Murcia (24%), Galicia (23%) y Castilla-La Mancha (22%).

Estas edificaciones han seguido la normativa acorde a la eficiencia energética. Si bien sus materiales y estructura están pensados para el aislamiento de la vivienda del exterior, por lo que es recomendable realizar tareas de mantenimiento para garantizar el buen estado del sistema de calefacción y el aislamiento óptimo de las ventanas, suelos y paredes.

No obstante, en estas viviendas, una de las principales mejoras para contribuir al cuidado del medio ambiente es la sustitución de sistemas de calefacción poco eficientes, como el gas, por sistemas renovables, como la aerotermia o la geotermia, que con una inversión de entre 10.000 y 25.000 euros pueden llegar a suponer un ahorro de entre un 35% y un 70% en las facturas energéticas.

En cuanto a la generación de agua caliente y electricidad, la principal fuente de energía sigue sin ser renovable en muchos hogares. La solución sería apostar por la instalación de paneles solares fotovoltaicos y térmicos. Igualmente, la domótica, que contribuye de manera importante a hacer de una vivienda un hogar más eficiente, todavía es residual en inmuebles de reciente construcción.

Conclusión

Todas estas reformas son pautas genéricas para la creación de un hogar sostenible y con un mayor confort y habitabilidad, pero cada vivienda tiene unas características concretas que hacen que necesite un estudio previo, por lo que la mejor opción es consultar con un profesional que indique lo más acertado y el presupuesto concreto en función de las necesidades y el tamaño de la vivienda.

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